Estefanía continuo llorando durante
varios segundos mientras Marta trataba de consolarla, entonces llega otra chica
al baño y se queda mirando a las dos.
-Que escena más patética- comento la
recién llegada
-Mira bonita no te metas en lo que no
te llaman- le reprocho Marta
-Si ya dice el refrán dios los cría y
ellas se juntan-
Marta dejo a Estefanía y se dirigía
hacia la chica que acababa de entrar, alguien la coge de la mano y le susurra
que no lo haga, que no merece la pena meterse en un problema y menos por esa
persona tan desagradable.
Al girarse vio que Estefanía estaba
sonriendo tímidamente, sorprendida y alegre al mismo tiempo hizo caso de las
palabras de su amiga.
Suena el timbre de instituto ya era
hora de salir para irse a casa, Estefanía se puso seria, sabía que eso
significaba la posibilidad de ver a su madre y no tenía muchas ganas, Marta se
dio cuenta de que algo pasaba y le dice a Estefanía que recoja sus cosas en la
clase y se vallan a comer juntas a algún sitio, saco su monedero y vio que apenas
le quedaban tres euros después de haber invitado a Aitor.
-No tengo dinero suficiente Marta-
-Tranquila, yo te invito eso es lo de
menos-
- No, lo siento pero no puedo aceptar
la invitación, pasaremos por mi casa, cogeré el dinero rápido y nos vamos a
comer algo, ¿Te parece bien?-
Con un leve gesto de cabeza afirmo y
salieron del instituto por la puerta principal, todo el mundo se les quedo
mirando por que veían extraño que la marginada, así le llamaban casi todo el
mundo a Estefanía, estuviera de la compañía de alguien.
Marta miraba a todos lados algo
incomoda por todas las miradas y veía como Estefanía ignoraba todo eso,
sorprendida le dijo:
-¿No te resulta incómodo esto?-
-¿Incomodo? ¿Por qué? Ya me he
acostumbrado.
-Tanta gente que no para de mirarte,
ufff…..-
- ¿No te das cuenta? Esto pasa todos
los días, lo que pasa es que hoy más gente de lo normal que nos está mirando,
¿Sabes el por qué? Porque hoy vienes tú haciéndome compañía y eso es raro hasta
para mí-
-¿Raro para ti? Porque es raro que por
una vez alguien te pueda hacer compañía-
-Puede ser que nunca ha pasado eso
desde que estoy en el instituto y por eso sea raro, incomodo pero agra….
De pronto se escucha el móvil de Estefanía,
lo saca del bolsillo y mira a ver quién le estaba llamando. Al ver el número
que no lo conocía decidió no corresponder la llamada, se quedó pensativa y
seguía mirando el teléfono al cabo de pocos segundos le llega un mensaje que
decía:
Hola Estefanía soy Aitor, te acabo de
llamar pero no me has cogido el teléfono, solo quería decirte si te apetece que
esta tarde nos viéramos en algún sitio y así poder devolverte la invitación de
hoy, espero tu respuesta besos Aitor.
Sin darse cuenta de que había leído el
mensaje que Aitor le había enviado en voz alta Marta se le quedo mirando
sonriendo.
-Así que Aitor no-
-Yo…esto….n….no marta no pienses mal-
-Sí, bueno por eso se empieza.
Estefanía siguió andando sonrojada y
cabizbaja mientras marta se reía.
Salen del instituto y se dirigen hacia
la casa de Estefanía, había un silencia incómodo, se miraban una a la otra y no
sabían de qué hablar, marta pensaba en un tema de conversación para poder sacar
pero no se le ocurría nada.
De pronto se oye a lo lejos que
alguien llamaba a Estefanía, esta se gira para mirar quien era, echa a correr
rápido si mirar atrás, marta se queda inmóvil ante tal situación, no sabía qué
hacer, no sabía quién era la persona de la que Estefanía huía. Estefanía corría
cada vez más rápido, marta empieza a seguirla sin saber que estaba pasando.
Llegan al portal de la casa de la
muchacha, Estefanía le pide a marta que la espere abajo que iría corriendo a
por el dinero para irse. Sube las escaleras demasiado rápido que casi se
tropieza y se cae por ellas, abre la puerta de su casa y se dirige a su
habitación por el largo pasillo, iba tan rápido que sin darse cuenta había
tirado una figura que había en el mueble del pasillo.
Cogió el dinero y salió rápido de la
casa, al llegar a junto su amiga le pidió que se fueran rápido de allí, marta
no entendía la situación y quería que se lo explicara, la joven le dijo que en
cuanto llegaran a la hamburguesería del barrio de esta se lo diría.
Siguieron andando con un ritmo
bastante acelerado durante un par de minutos hasta que se alejaron de la zona
donde vivía Estefanía, marta la miro seriamente y le pidió que le contase que era lo que estaba
pasando.
-Bueno, me lo vas a contar o te lo
tengo que ir sacando poco a poco- dijo con voz enojada
-Lo primero es que lo siento por salir
así corriendo-
-Vale, no pasa nada, pero cuéntame ¿por
qué corrías así? ¿De quien huyes?
-La verdad es que no me apetece para
nada ver a mi madre-
-Así que esa mujer es tu madre?
-Por desgracia si-
-¿Como que por desgracia?
-Pues eso por desgracia, ahora no me
apetece hablar del tema ¿vale?-
-Bueno, no te insisto más amiga cuando
quieras hablar me lo contaras-
Estefanía había sonreído cuando esta
le había llamado amiga, hacía mucho tiempo que nadie le decía esa palabra que a
ella tanto le gustaba, la última persona que se lo había dicho era un amigo de
la infancia que se mudó de ciudad ya hacía muchos años, le cogió de la mano a
marta y le dijo.
-¿Por qué me consideras tu amiga?
-Pues porque en el fondo no somos tan
distintas la una de la otra.
-No, no lo puedes saber no me conoces-
-Aunque parezca mentira te conozco más
de lo que piensas-
-Me empiezas a asustar y después me
llaman a mí la rara marginada- dijo sonriendo.
-Bueno, míralo como quieras pero vamos
a entrar a comer algo que tantas emociones me ha dado mucha hambre.